jueves, 21 de octubre de 2010

DE TAL PALO, TAL ASTILLA... DE TAL REVISTA, TAL REVISTILLA... Y DE TAL FIESTA... TAL FIESTECILLA... mi hija y yo, ROMPEMOS TODAS LAS REGLAS.


Ser madre te cambia la vida, no un momento de tu vida, como puede cambiarlo un bolso de HERMES o una barra de labios rouge de YSL, no, una hija cambia tu vida marcando un antes y un después, como BALENCIAGA o CHANEL en el mundo de la moda, lobitos míos.


Las madres del mundo, al menos las madres del primer mundo, (hablo de lo que conozco) tenemos los hijos con una serie de expectativas, -una hija modelo tipo Laura Ponte, o médico como el Doctor Cabanas, o PP, periodistas-princesas como S.A.R. la Princesa de Asturias- y si estas no se cumplen sentimos que hemos fallado como madres previsoras. Y es que las madres nos equivocamos más que los políticos con las medidas de creación de empleo... un hijo debe ser feliz, y después lo que quiera.

Un buen día, tras habernos hecho una Facial Mask de Kanebo, nos quedamos perplejas mirando por la ventana de nuestros ojos, -con eye liner de Shu Uemura- a esas proyecciones de nuestra cadena de ADN, y aplaudimos o lloramos según nos toquen el alma o el corazón, nada habita tan cerca del corazón de una mujer como sus hijos-as, porque un buen día los hijos tiene que hacer su vida y abandonar la tuya.

Sí lobitos y lobitas, los hijos, las hijas, son una montaña rusa emocional dentro de tu estómago. Quien tiene un hijo, una hija, compra un dolor en el estómago para toda la vida, porque ese dolor que siente una madre al parir no es más que el comienzo de muchos dolores que sufrirá a lo largo de su vida... dolores mucho más fuertes que los que siento cuando paseo por París y no puedo comprarme el Birkin de HERMES o el Kelly de colección de la misma marca... ¡¡IMAGINA LOBITA AMIGA!!.

Pero... cuando ves a tu hija, a tu hijo, por primera vez en tus brazos, sientes una alegría renovada, nueva, indescriptible, que tampoco te abandonará jamás, y que estrenarás cada día como el mejor de los regalos... Sí señores, me ha llegado el día, mi hija ha abandonado el nido, y yo tengo eso que se llama SÍNDROME DEL NIDO VACÍO, y mira que yo, lobitos y lobitas, no soy nada nostálgica... salvo con los complementos VINTAGE y algunos diseñadores... ALABADO SEA MANUEL PIÑA.

Pues hoy echo de menos a mi chica favorita, ni el champagne Veuve de Clicquot me quita este dolorcito en el costado, y estoy feliz, porque vuela y lo hace sola... como Jhon Galliano en DIOR, pero chica cuesta, cuesta, y por eso hoy le dedico este post.



Estas fotitos son en Madrid, con un total look de ION FIZ y complementos MALABABA, el estilismo y coordinación es de Carlos Rico, sobran presentaciones, es un pesado de este blog, que siempre me recuerda que mi hija es más guapa que yo... pereza de tío.


A Victoria hija, mi hija, le gusta más Sevilla que Madrid, y a mí todo lo contrario... ella prefiere Berlín y yo Barcelona, aunque le encanta el Borne y el Show Romm de Patricio... Ella prefiere la moda urbana con cierto sello vintage, y yo prefiero los mixing de costura y rock-glam... ella ama el flamenco y mira por donde yo también... si es que en eso estamos conformes.


Yo amo la noche y la fiesta rodeada de mis lobitas y lobitos preferidos, si está el Lobo Alpha de la manada PACO LOBO, mejor, adoro las copas improvisadas de los miércoles con amigos de hoy de ayer y de siempre, las tertulias con desconocidos -as decadentes y glamourosas hasta altas horas en locales underground o ultra chics, y amo a esa gente que te quiere así de pronto y te invitan a su casa a pasar un fin de semana estupendo y te cuenta su vida y la de sus hijos, amigos como mi amiga Karlota que el primer día que me conoció se cortó el pelo en una bañera en medio del salón y me cantó una canción para que nunca fuese infeliz a la orilla de un canal en Berlín... Sí, amo conocer gente interesante, diferente, de cualquier edad y condición social pero que sientan la incesante necesidad de ser niños al menos de noche, cuando se cumplen los sueños, amo el movimiento y este se demuestra andando, el dinamismo, la calle como metáfora de la vida. Ella prefiere los SPA, las comidas tranquilas con productos gourmet, los hoteles con encanto en lugares -que no sitios- estupendos, las puestas de sol con un libro y mucha mascarilla hidratante frente al mar, ama los círculos reducidos, las amigas de toda la vida, lo exclusivo de una cena entre íntimos donde poder ser ella y contarse y que la cuenten sin miramientos... Pero las dos tenemos algo en común... nos gusta viajar y descubrirnos viajando... hasta compartimos alguna amiga y algún amiguito... bueno las dos adoramos el salmorejo que hace PACO LOBO y su manera de freir pescado... chica... mira por donde.



Ella, Victorita con chaleco de ante gris y mono de seda gris metalizado y fucsia, todo de LAU-LAU, los complementos son de ASH y MALABABA, y los accesorios de ULAM-BATOR para DOBLEV todo coordinado en metalizados y el toque de los fucsias, calderos, y malvas... she is the one, she is pretty.

VICTORITA Y SU MÓVIL, una herramienta de control, jajaaja... chica abandona la CIA y vamonos a NEW YORK CITY, nos espera la semana de la moda en enero...



Pedicura en DRAMATIG ROUGE de SHU UEMURA, los zapatos de ASH mira otra cosa que nos gusta a las dos, la manicura y la pedicura en colores imposibles y divertidos, rouge, bordó, marrón chocolate, berenjena, el verde CHANEL y el AZUL THIERRY MUGLER... si al final no vamos a ser tan distintas...

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