sábado, 8 de mayo de 2010

ICONOS sexuales... redefiniendo términos.


Ser o no ser sexy, esa es la cuestión... ¿Cuántas veces nos hemos hecho esta pregunta? todos sabemos que ser sexy mucha veces va reñido con la elegancia, o el estilo, -algo más interesante que la elegancia, porque elegante naces y estiloso te haces-

Pero, cuando percibimos una persona muy sexy,-hombre o mujer- ¿qué es lo que hay en él o ella que haga que te atraiga? ¿Qué nos hace sexys?

¿Tiene esa persona una imagen exótica, o una apariencia familiar, incluso quizás recordándote a un amor pasado? Acaso esa persona destella vitalidad y confianza? ¿O es que la “sensualidad” es una cualidad que no puedes tocar? En definitiva, ¿Nacemos o nos hacemos sexys?

La verdad es que la sensualidad puede ser definida si exploramos los fundamentos al examinar la biología, la química sexual, la cultura, la historia y los medios de comunicación.

El pavo real macho se pavonea orgullosamente y luce plumas brillantes de su cola. El león ruge y mueve su lujosa melena. Las características sexy - la manera en que una persona luche o actúa - atrae al otro y puede llevar al deseo sexual.

La sensualidad es, por lo tanto, un componente del deseo sexual, el cual es transmitido a través del comportamiento, la apariencia, la gesticulación, o la insinuación. Ser sexy es ser objeto de la atención ajena ya sea por tu apariencia, las cosas que dices o tu estilo. Uhmm muy interesante, luego hay muchos tipos de personas sexys.


Ser sexy se trata de tener la confianza para presumir -y mostrar- tus atributos.

La sensualidad es un rasgo cualitativo. Lo que es sexy para una persona puede no serlo para otra. Esta individualidad es lo que lo convierte en interesante, ya sea en términos de belleza, desfachatez, rechazo o seducción, ser directo o esquivo.

La sensualidad puede ser...

Pasión, es innegable que hay personas que te apasionan, y por las que te apasionas.

Romance, ese tipo de chico del que te enamoras nada más mirarlo.

Cortejo, esa mujer que despierta en ti la parte guerrera y conquistadora.

Devoción, esos amigos, por los que te rompes la camisa.

Humor, hay hombres que te hacen reir y despiertan un tipo de sexy distinto.

Ternura, es terrible pero es así, hay blanditos que nos enamoran.

Vivacidad, esas chicas divertidas y espontáneas que no paran de maquinar...PAQUITA LOBITA...

Calor, y no es agosto, es ese lobito tremendo que entra por la puerta, AUUUUU.

Sugestividad, espantoso pero cierto... crees que te gustan, y cuando los ves dos años después dices: ¡¡¡CIELOS ES HORRIBLE!!!

Misterio, AYYY, esos lobitos y lobitas que juegan a desaparecer... auuu.

Lujuria, sin comentarios, todos y todas lo hemos experimentado.

Deseo libertino... ayyy que malas que somos.



Ser sexy puede ser algo sutil - el paso firme de una mujer al entrar en una cafetería o la sonrisa de un lobito desde la esquina de la barra . Otras veces puede ser tan llamativo como Kim Basinger bailando sensualmente en Nueve semanas y media, o un stripper agitando las caderas.

Hay algo en cada uno de nosotros, lobitos y lobitas, que es sexy - sin importar la edad de la persona. Eres sexy incluso si tu apariencia o estilo es diferente al de otras personas. Ser sexy tiene que ver con ser tu mismo.


La sensualidad es un componente del deseo sexual, el cual es transmitido a través del comportamiento, la apariencia, los gestos, o la insinuación, es decir que la manera en que una persona luce o actúa puede hacer que otra la desee, sexualmente hablando.


En el nivel biológico, la función primaria de la sensualidad es que la gente se atraiga entre si, y de esta forma disparar su instinto de reproducción, o de satisfacción sexual. Para que los seres humanos tengan el deseo de reproducirse, deben de ser programados biológicamente para querer tener sexo con el otro. Pero es evidente que hoy no se practica sexo única y exclusivamente por necesidad reproductiva, más bien supone un miedo en muchas ocasiones, así que el sexy es algo que no solo va unido a necesidades biológicas.

Además, una especie se esmera por reproducirse con aquellos que parecen dar continuidad a las mejores características de esa especie. En otras palabras, cuando quieren tener sexo, la gente por lo general busca aquellos que le son más atractivos.


Por supuesto, la mayor parte de la actividad sexual entre las personas no es exclusivamente por el propósito de reproducirse, y pocas personas dicen querer tener relaciones con alguien solo porque desean tener hijos con esa persona. Sin embargo, la atracción sexual tiene incluso en este caso su raíz biológica racional ya que tendemos a unirnos a personas que nos aportan seguridad y una sexualidad más apetecible, resulta clarísimo en el caso de las relaciones homosexuales, ya que en ellas jamás se busca el objetivo reproductor.

Los investigadores de la evolución biológica han descubierto que las mujeres pueden ser más selectivas que los hombres cuando se trata de elegir una pareja, ello explicaría la facilidad que tiene los gays para encontrar sexy al otro, o los otros en plural, y la facilidad que tienen para mantener relaciones sexuales esporádicas.

Desde una perspectiva evolucionista, dado a que una mujer ovula una vez por mes, busca cuidadosamente a un hombre que fertilice ese huevo. Los hombres, quienes fabrican millones de espermatozoides, quieren diseminar su semilla tanto como les sea posible... esto explicaría la facilidad que tienen los lobitos para encontrar pareja y lo dificil que nos resulta a nosotras -lobitas- decidirnos.

Por supuesto que estos factores no hacen necesariamente honor a la verdad en la actualidad, pero ellos pueden dar cuenta del por qué, por ejemplo, algunas mujeres pueden llegar a encontrarlo sexy si un hombre es poderoso o acaudalado, porque piensan que éste puede educar y proteger más a sus hijos. Pero repito, estos datos hoy en día con las lobitas y lobitos contemporáneos no se ajustan a la realidad... porque chicas... ¿quién no ha tenido un affaire de una noche con un vikingo en una isla del Mediterráneo?... ¿solo yo? Noooooo Lobitas, auuuuuuu.

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