miércoles, 16 de noviembre de 2011

Vol. 2


Un día como hoy, enfrascado en las agujetas faciales provocadas por la felicidad que solo los aullidos de Sanlúcar pueden provocar, esta imagen acaparó toda mi intención. Cuando conseguí pasar de página leí :

" El amor, es lo esencial... La vida es solo un accidente.... o amor é o esencial o corpo é só um acidente. Pode ser igual ou diferente. Para vivir hay que tener ganas, para morir solo tiene que que tocarte... Para estar sobre la tierra tienes dos opciones: O echarle ganas a la vida como las hormigas... o cantar como las cigarras... Yo quise ser cantante, ¿saben? Como las grandes; cantante de esas que se ponen rojas y gesticulan así con las manos. Les juro que me he puesto mil veces roja, pero no de cantar... Tengo un problema de tránsito intestinal, sí, oyentes y oyentas, las periodistas también tenemos estómago, aunque programemos tanta basura... [...] " ( Un guión e ilustración de Carlos Rico )

Paquita Lobita y Carlos Rico

Hoy Carlos no apuñala las teclas de este ordenador, pero seguirá teniendo algo que decir en él, siempre que se detengan a leer. 

Carlos apareció en mi vida, ya después de haberla dejado. Llenándola de momentos inolvidables, risas interminables, recuerdos que hilan mi vida a los de los que si lo vivieron. Carlos ha tenido de esas pocas vidas que tienen las grandes mujeres de las grandes historias. Esta entrada habla de la leyenda, de que hay vidas que no acaban, porque las viviste lo suficientemente intensas como para que otros quieran seguirlas viviendo por ti, y contigo aunque sin ti. 

No se abre ninguna puerta nueva. Continuamos la película tras una larga pausa de silencio. Por que a veces es mejor callar. Un consejo: Nunca rompas un silencio si no es para mejorarlo. Y cómo no se si estaré a la altura, este silencio se rompe con el trazo y texto, de una persona que siempre se superó. 

Hermanas Rico dirigiendo Barbie

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